FÚTBOL SIN MOVIOLA

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Un partido del Barakaldo y 22.000 recuerdos diferentes en Lasesarre
….y llegaba el domingo por la noche. La familia al completo se arremolinaba frente al televisor disfrutando de la cena y viendo el telediario. Si eran futboleros, luego llegaba Estudio Estadio. Amplios resúmenes de las mejores jugadas Vaya golazos!! Y vaya paradones. La “R” de repetición en la parte superior derecha de la pantalla hacía recrearte en el regate que dejaba sentado al defensa para sacar la zurda y clavar el balón en la escuadra. Y como no, esa polémica!! ¿Fue penalty? ¿Estaba en fuera de juego?. Había repeticiones suficientes para aclararlo o mantener el debate hasta el día siguiente en colegios y trabajos. Eran fenomenales las noches de los domingos.
Pero no, a muchos no nos parecía suficiente. Porque esa tarde del domingo no estuvimos ni en San Mames ni en Atotxa, no estuvimos en El Molinón, tampoco en Las Gaunas. La pasamos como siempre puntuales a las 5 en Lasesarre. Y amigos, ahí no había moviola.
Si tenías un poco de suerte ese fuera de juego no te pillaba hablando con el de al lado. Y si te acompañaba la mala fortuna la jugada del gol te cogía demasiado lejos no pudiendo distinguir su autor. Aunque a eso, hay que señalarlo, los seguidores del Baraka le ponían remedio cambiándose al fondo de ataque del equipo. Los de preferencia cubierta hacían por acercarse también. No todo iban a ser desventajas.
Para otras cosas el remedio era difícil. Cuando disfrutábamos de un golazo, lo hacíamos solo una vez, no íbamos a verlo nunca más. No había televisión en el campo para repetirlo una y otra vez durante la semana, y los reportajes, y al año siguiente recordando el enfrentamiento, y todos los años…y es que es precisamente eso lo que contribuye a precisar los recuerdos. Todavía seguimos gozando golazos de los ochenta en un precioso ataque de nostalgia retro. Pero no los nuestros. Los nuestros no. Esos los tenemos que rescatar del baúl del olvido. Además nos gusta hacerlo.
Gracias a las Teles locales
Con la revolución de Internet se ha democratizado bastante el fútbol. Sabemos que podemos despistarnos un poco porque enseguida estará al alcance de un click cuantas repeticiones deseemos. No había clicks en los tiempos de la Tercera de los primeros ochenta, ni tampoco en la 2ªB de los finales 80.
Llegaron los 90, con ellos la TV local de Barakaldo, TELE 7, dispuesta a subir la vetusta escalera situada en tribuna que conducía al intimidante cubículo de TV. Si te olvidabas que ahí en lo alto estabas a merced de los elementos o de que en algún mítico pataleo se rompiera la madera, la posición no era mala. Seguridad en el trabajo tampoco, preferible subir con arnés.
Pero ahí estaban, dispuestos a grabar los partidos para emitirlos al día siguiente. También amplios resúmenes del ambiente de los derbys. Suponemos que celebrando el centenario de la entidad ya ha pasado por la cabeza de sus actuales profesionales rescatar documentos imborrables de la extensa videoteca que deben tener. Trabajo arduo. Es más, ya lo ha empezado a hacer y hemos podido disfrutar de algún partido de play-off como el Baraka – Levante del 94 que ha podido de nuevo ver la luz volviendo a nacer contribuyendo a precisar nuestros recuerdos. Fútbol para el recuerdo.

Hasta que eso llegue seguiremos recordando como tesoro personal aquel día en el que Iñaki Moreno agarró el balón en media cancha y empezó a tirar paredes y gambetas, tremendo chicharro dejando atrás contrarios y patas arriba Lasesarre. O aquella hermosa chilena de Gamboa al Manlleu. También los penaltys inmisericordes de Imanol Ibarrondo noqueando a algún desgraciado portero.
Nos gustaría volver a disfrutar de los paradones del portero del Hullera, impresionante y ovacionada actuación y eso que se llevó 6 para casa. O como no, las diabluras de Eguiguren en el área. O podemos remontarnos mas en el tiempo para revivir los goles de Goyenechea o las genialidades de Sarabia en aquel año mágico que casi ascendemos a primera, recrearnos con las imágenes del ascenso del 88. Y volveríamos a disfrutar con el partidazo que soltó el Baraka en aquel 2-1 al St. Andreu en el 91, o las 14.000 decisiones erróneas del trío arbitral, las otras 14.000 en las que acertaron, o al revés no lo sabremos. Era fútbol sin moviola…

                                                                                                                                     Alberto Sánchez