OCTAVIO BASSÓ. ARGENTINO Y GUALDINEGRO

Una de esas historias que te hacen reencontrar la pasión por escribir en gualdinegro llega cuando Agustín, hermano de Octavio, nos envía un par de goles, saludos desde 10.000 kilometros y la confesión del delantero santaferino de su amor por el Barakaldo C.F. Al tiempo, el periodista y socio del Barakaldo C.F. Ander Garrido, desempolva un artículo fabricado en sus tiempos de universidad de la mano de los recuerdos una persona que le conoció bien, Iñaki Zurimendi y del propio atacante argentino. No podemos más que agradecer y publicar íntegramente ésta delicia de texto, El breve paso de Bassó por el club no hace más que alimentar el curioso viaje por el mundo del balonpié de un futbolista que dejó huella.

No creo que haya, en los tiempos que corren, ningún niño que admita que su sueño es ser jugador del Baraka, al igual que ningún chaval gallego dirá que su propósito en la vida es vestir la camiseta del Rápido de Bouzas o una chiquilla melillense quiera pisar La Espiguera vestida de corto antes de morir. Y en el caso de que  de estos tres supuestos llegara a ocurrir, recomiendo encarecidamente a los padres de esa criatura pedir cita en la consulta de un especialista lo antes posible. Sí admitiría que soñaran con jugar en el Olímpico de Roma, Stamford Bridge, el Parque de los Príncipes o Anfield. Incluso, qué cojones, debutar con el Athletic club de Bilbao, pero no con un equipo como el Barakaldo.

Aunque en los últimos años haya aflorado la idea de convertirse en youtuber o influencer (el típico flipado de toda la vida –en muchos casos–, pero con una cámara y conexión a Internet–siempre–), la más reciente encuesta anual publicada por la compañía de recursos humanos Adecco revela que casi uno de cada cinco niños españoles quiere ser futbolista. Y es un dato que no sorprende. De hecho, cuando son preguntados por su jefe ideal, contestan que quieren que sea Messi, Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos. El día que se enteren que la mayoría de ellos son semianalfabetos y que defraudan a Hacienda será una risa. Y sí, es una generalidad y siempre hay excepciones, pero en el mundo del fútbol cada vez es más difícil salirse del estereotipo de peinados extravagantes y camisetas ceñidas. Filipe Luis, lateral del Atlético de Madrid y uno de estos jugadores diferentes, dijo en una entrevista publicada en El Mundo el 12 de octubre de 2017 que “los jóvenes creen que si van con un neceser de marca bajo el brazo, unas zapatillas de 400 euros y ocho tatuajes ya son estrellas”. Los deportistas en general —y los futbolistas en particular— no suelen salir de ese estándar. Y, por eso mismo, cuando aparecen historias que trascienden el típico patrón, merece la pena que alguien las saque a la luz.

descargaOctavio Bassó (Santa Fe, 1983) fue el tercer argentino que vistió la zamarra del Baraka. Antes lo habían hecho Cioffi (marcó dos goles durante la temporada 78-79) y Osvaldo (durante la 80-81); después de él llegó Comini. Bassó fue oficialmente presentado por el expresidente Miguel Acero ante los medios de comunicación el 10 de enero de 2006. El jugador, que llegó procedente del Atlético Unión de Santa Fe, había salido de su ciudad natal a 40 grados y declaró tiritando durante aquella noche invernal que “con las ganas de jugar se superarán todas estas dificultades”. Ahora, más de diez años después, admite –con una pausa que enmudece al interlocutor–que recuerda ese acto con mucho cariño: “Cuando me puse la ropa para dar unos toques al balón tenía las piernas moradas del frío. Sufrí bastante durante los primeros días”. Pese a ello, reconoce una rápida adaptación a su nueva vida. “Me integré pronto a ese grupo y al club porque me acobijaron muy bien”, añade.

Aunque esa fuera su presentación en sociedad con la gualdinegra, no era la primera vez que el joven delantero estuvo cerca de pisar el Campo de Fútbol de Lasesarre, que en aquellos días ni siquiera había cumplido los veintitrés. Durante el verano de 2005 y con 22 años, Iñaki Zurimendi le quiso reclutar para el club en plena pretemporada con el equipo, pero por distintas razones no se dio. “Por algunas cuestiones que tenían que ver con mi situación contractual con Unión no pudo hacerse el fichaje por el Barakaldo y, bueno… tuve que esperar unos seis meses”, comenta algo resignado. El técnico sonríe orgulloso cuando se le recuerda el nombre de un jugador que, aunque no figure en demasiados episodios de los libros de historia del club, dejó un gran recuerdo. Se sorprende, incluso, cuando le cuento que tengo concertada una entrevista con él al día siguiente. “¡Claro que me acuerdo, si lo fiché yo!”, dice el de Alonsotegui con el tono dicharachero que le caracteriza. “Era un jugador muy trabajador, un chico muy simpático y un gran compañero. Fue una pena que no estuviera con nosotros desde el principio”.

La realidad es que ese no era su primer fichaje frustrado con un club extranjero. Con 19 años, decidió, al igual que muchos otros jugadores latinoamericanos, participar en un campus de futbolistas en el sur de Italia que podía servir de escaparate para muchos jóvenes. Tras esa prueba que pudo haberse convertido en la parrilla de salida para una prometedora carrera, el Associazione Calcio Venezia (actualmente Venezia Football Club) de la Serie B se fijó en él y en algunos de sus compatriotas. Conocedor de que podía acabar firmando por un club transalpino y de la política de jugadores extranjeros que podían aceptar los equipos, ya había iniciado en Argentina los trámites para nacionalizarse español antes de partir hacia Europa, de manera que en ningún caso iba a ocupar una ficha de extracomunitario, por la que se pelean –siempre metafóricamente hablando– los jóvenes. De hecho, el conjunto arancioneroverdi que acabó en vigésima posición aquella temporada tenía un total de seis jugadores sudamericanos (cinco argentinos y un brasileño) en su plantilla. Pero la burocracia le jugó una mala pasada. Su representante le llevó hasta Venecia tras haber dicho a los dirigentes de la entidad que el pasaporte estaba en regla sin esperar a que terminaran las gestiones, y por eso mismo comenzó la pretemporada con el equipo. Por desgracia para Bassó, el plazo de fichajes se cerró sin que se pudiera completar el proceso que le haría español, por lo que tuvo que volverse a Santa Fe de vacío al no quedar fichas libres.

Más tarde llegaría su debut con el primer equipo de Unión el 15 de agosto de 2004 que el diario El Litoral de Santa Fe destacaba así: “Bassó se mostró muy participativo, sobre todo para colaborar en el juego aéreo defensivo haciendo pesar su 1,91 metros de altura. No desentonó y ratificó que es un jugador para tener en cuenta”.

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Bassó con la rojiblanca del «Tate» Unión de Santa Fé  https://www.ellitoral.com/index.php/id_um/149303-el-jugador-de-union-que-quiso-ser-sicologo-y-actor-la-historia-de-octavio-basso.html

Ahí estaba, un par de temporadas después de su primer intento por recalar en un club europeo, muerto de frío en Lasesarre tras firmar, por fin, su contrato. Lo curioso es que pronto descubriréis que esa no era su ambición real en la vida. Ni mucho menos. Ha pasado más de una década desde aquella presentación en la que prometió “romperse en la cancha” y todavía es capaz de recitar de memoria casi la totalidad del plantel de aquella temporada 2005-2006 que terminó, como él mismo recuerda, con un agónico partido frente a la Real Sociedad B a domicilio que certificó la permanencia por un solo punto (el filial txuriurdin terminó segundo tras el Salamanca). “Iñaki Zurimendi, del que guardo un gran recuerdo, el fisio Santi Campa, que me dio una mano enorme cuando estuve allá, Fernando –el utilero– […], Joseba del Olmo, Urbano, Unai Alba, Armendariz, me acuerdo de Jon Altuna, de Joseba Iglesias, de Lombraña, de Isaac Cortés –duda un poco pero acierta–, de Álex Hernandez, que era lateral derecho…”.“Era un vestuario tranquilo, unido. Por lo general y a pesar de lo que se estaba viviendo, reinaba el buen clima. Entendíamos hacia dónde tenían que apuntar todas las ideas, todas las ganas, toda la motivación… Mucho tuvieron que ver jugadores como Urbano, Unai Alba o Armendariz”, dice.

Algunos aficionados con buena memoria todavía recuerdan –y gracias a ellos lo sé yo, que por entonces tenía diez años– el doblete que metió el argentino en Zalla para remontar en el descuento (empató en el 91’ y metió el gol de la victoria en el 94’, llevando el delirio a la vieja tribuna en la que un centenar de aficionados aurinegros se agolpaban en Landaberri) o su absurda expulsión en un partido frente al Burgos tras marcar uno de los goles que daba la victoria al equipo por 3-1. Tras anotar, Bassó se dirigió a un padre y su hija, argentinos y aficionados al Barakaldo como los que más, para abrazarlos y dedicarles el gol. “El juez me dijo que estaba poniendo en riesgo la seguridad de la grada y me sacó la segunda amarilla”, cuenta. El hecho es que el club recurrió esa amonestación aportando vídeo de lo ocurrido y se la retiraron, por lo que pudo jugar el siguiente partido.“El partido de Zalla nos dio el aire, el respiro y la fuerza para poder dar el último empujón hacia la salvación. Y la del Burgos es una historia muy linda y muy triste, porque la pequeña me había pedido que le dedicara un gol. Me expulsaron y no lo comprendí”. Me sorprende el grado de exactitud con el que cuenta estas anécdotas, que admite recordar “con mucha simpatía y con mucha nostalgia”.

DOS GOLAZOS DE BASSÓ, ANTE EL BURGOS C.F. Y EL DEL DESCUENTO EN ZALLA

Y no exagera. Aquel año solo se pudo respirar con alivio el 28 de mayo, una vez terminada la trigésimo octava jornada. Después de pasar la mayoría de fechas en zona de descenso, un gol de Joseba del Olmo certificaba la permanencia en Anoeta, a donde viajaron cientos de aficionados que una vez finalizado el partido esperaron a los jugadores para un último saludo. Al final descendieron Zalla, Portugalete, Alavés B, Durango y Amurrio. “Nos saludaban y nos agradecían el esfuerzo que hicimos por mantener la categoría y la dignidad del club en esa pelea por la Segunda B. Es un recuerdo muy grato que guardo en mi memoria, fue un momento muy hermoso”, recuerda ahora. “A día de hoy se me pone la piel de gallina al recordarlo”

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Bassó despidiéndose de la afición en su último partido con el Baraka.                        Anoeta (28/05/06)  Foto:CanalBarakaldo

Pero ninguna de esas dos son comparables, según Zurimendi, a su favorita. Le recuerda como un gran trabajador y un gran jugador, pero, sobre todo, como alguien “muy maduro”. En sus primeros partidos, quizá por los nervios de querer demostrar toda su valía o simplemente por su forma de ser, el técnico le veía como alguien “impulsivo, que podía dejar en cualquier momento al equipo con un jugador menos por cualquier tontería”. Y en la situación que estaba el equipo, no era algo que podía ocurrir. Por eso mismo, en el descanso de un partido en Lasesarre –“Me acuerdo incluso del sitio exacto del vestuario en el que tuvimos esa conversación”, me dice Iñaki–, apartó a Bassó para decirle que se calmara porque el nerviosismo que mostraba podía jugarle una mala pasada. “Profe, usted tranquilo”, le dijo Octavio. Zurito me relata imitando el acento argentino una de las charlas más surrealistas que ha tenido nunca con un jugador: “Cuando yo salgo a la cancha –le suelta Octavio–, busco al más tonto y, cuando lo busco, lo encuentro. En todos los equipos hay un tonto, no se preocupe”. “Te puedo asegurar que las dos veces que buscó las cosquillas al rival, el que se fue expulsado no fue Bassó. La madre que me parió. Era más veterano que los de treintaytantos”.

Tras seis buenos meses en el pueblo y una vez terminada la temporada, Bassó decidió tomar una decisión que cambiaría su vida a partir de ese momento: dejar el fútbol de manera inmediata. Su lesión –sufría una triple operación de ligamentos en la rodilla derecha desde varios años antes– y sobre todo sus ganas de formarse como sicólogo, que en realidad era su meta en la vida, le pudieron. Un futbolista que lo deja todo por empezar a estudiar. Lo relata así: “Cuando estaba en el Baraka, cada vez fue más fuerte el deseo de poder continuar mi formación en otros aspectos. El deseo de convertirme en sicólogo hacía rato que me venía dando vueltas y tenía muchas ganas de formalizar ese deseo. Cuando regresé a Argentina de vacaciones me entraron las dudas e incluso intenté compaginarlo, pero no pude. El ritmo itinerante del fútbol no me dejó”. Un futbolista que cuelga las botas para coger un libro. Se me podrían ocurrir miles de bromas, pero no puedo hacerlas. No me salen. Se sacó la carrera en cinco años y actualmente ejerce en la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, un organismo del Estado, atendiendo a mujeres y niños víctimas de violencia. También tiene una consultoría privada, ha publicado el ensayo sociológico Ruta crítica: trayectoria de mujeres en situación de violencia y expone en congresos de sicoanálisis.

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Bassó en una reciente obra teatral

El teatro también es parte de su vida: ha participado y escrito varias obras que se han representado en grandes salas. Y creo que, después de todo, es un hombre feliz. Muchos de nosotros hubiéramos firmado por dedicarnos a jugar al fútbol y vivir de ello, pero él decidió hacerse a un lado para seguir su sueño, que no era otro que estudiar y dedicarse a la sicología. Por eso mismo, lo único que espero es que ese especialista al que deben visitar los niños que sueñen con jugar en Lasesarre o en cualquier campo de equipo desgraciado de puntos indeterminados de la geografía española, sea alguien como Octavio. Más como él, por favor.

ANDER GARRIDO

EL SINGULAR PASO DE PÉREZ-PAYÁ POR EL BARAKALDO

Barakaldo CF Pérez PayáJose Luis Pérez-Payá (Alcoy-Alicante. 28-3-1928) es uno de los más ilustres personajes del fútbol en el S.XX. Futbolista internacional que llegó a ser presidente de la RFEF y uno de los mejores jugadores que han pasado por el Barakaldo C.F.
De familia acomodada para la época, era hijo de un jugador (y después presidente) del Club Alcoyano y ahí empezó su relación con el balón. Preponderando siempre los estudios, vino en 1946 a la Universidad comercial de Deusto a cursar económicas mientras jugaba en su club de fútbol y se matriculaba en derecho como alumno libre en la universidad de Valladolid. El chico además de trabajador tenía dotes de superdotado (acabó la carrera como primero de su promoción).
Dos años en el club Universidad de Deusto y llega la llamada del Barakaldo. Era la temporada 1948/49. Varias fueron las condiciones de Pérez-Payá y su entorno para formar parte del Club Deportivo Baracaldo Altos Hornos. La primera era de obligado cumplimiento: como jugador amateur no podía cobrar. Así, el premio por aquella (la única) temporada en Lasesarre fue un reloj de oro. La segunda premisa era primar los estudios, como consecuencia y última condición solo podía disputar los partidos que se disputaran en casa y los de fuera que se regresase en el mismo día.

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C.D. Baracaldo A.H. 1948/49. De pie: Venancio, Pérez-Payá, Urcelay, Fernández, Jose Luis, Olarieta, Cayetano (portero) Agachados: Albizua, Guridi, Tori Bilbao y Baniandrés.

Pérez-Paya debutó un 31 de Octubre de 1948, jornada 8 de Liga, pudo disputar 12 partidos, todos siendo titular y completando los 90 minutos (en aquella época no estaban permitidos los cambios), en los cuales anotó 6 goles destacando su doblete al Girona FC y su gol ante la Real Sociedad en aquel histórico encuentro con 22.000 personas en las gradas de Lasesarre. De los  12 envites, 10 fueron en casa y unicamente viajó a Gijón y San Sebastian por las conocidas limitaciones de su particular «contrato». Su último partido fue el 3 de Abril de 1949 frente al Levante.
Las habilidades demostradas con el Barakaldo en Lasesarre de éste gran rematador, con buena capacidad de sacrificio y de destacable desmarque al espacio no pasaron desapercibidas y fue el despegue de su gran carrera en el mundo del fútbol.

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Lasesarre. Gol desde el suelo de Pérez-Payá en presencia de Albizua para el Barakaldo.

Tras un breve paso por el Athletic club donde recibió en compensación el alfiler de corbata de oro del club, debutó en primera con la Real Sociedad, siempre como amateur y aprovechando su etapa estudiantil en tierras vascas. Tras licenciarse en 1950 José Luis pasó el verano en Escocia buscando un descanso que le permitiese volver con ganas de enfrentarse a las oposiciones. Pero a la vuelta tenía varias ofertas de clubes de Primera, entre ellos el Atlético de Madrid. Como la capital le venía bien para sus aspiraciones profesionales, Pérez Paya se encontró de rojiblanco. Dos años en el club colchonero, aún siendo amateur le dieron para ganar una Liga y una Copa Eva Duarte, formando en el centro del ataque la famosa «delantera de cristal» junto a Juncosa, Ben Barek, Carlsson y Escudero.
Pérez-Payá Di estefano Rial Barakaldo C.F.Fichó por el Real Madrid y se hizo profesional. Había conseguido las oposiciones y fue nombrado inspector de trabajo en la provincia de Guadalajara y posteriormente trasladado a Madrid. Con el equipo compartía honores con otros delanteros míticos como Alfredo Di Stéfano, y Hector Rial con los que aparece en la imagen.
Con el Madrid consiguió dos Copas de Europa, dos Ligas y dos veces la Copa Latina. José Luis Pérez Paya en 1957, cuando acababa de cumplir 27 años, tras cuatro en el Real Madrid, dijo adiós al fútbol. Prefería dedicarse a su profesión a pesar de tener numerosas ofertas. Era Delegado del Ministerio de Trabajo en Castellón y eso colmaba sus aspiraciones. Su amor al fútbol le llevó años más tarde a presidir la Federación Española (1970-1975) curiosamente coincidiendo con el inicio de la segunda época dorada del Barakaldo. A buen seguro recordaba desde sus despachos aquellos partidos de barro en Lasesarre del brillante estudiante que sabía jugar al fútbol.

 

 

RICARDO MIRANDA ALONSO «CACHI»

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Tal y como reza, esquela de Ricardo Miranda jugador del Barakaldo y miembro de ANV

El 26 de abril de 2017, se cumplen 80 años de uno de los hechos más trágicos y tristemente recordados de la Guerra Civil Española: el bombardeo de la villa de Gernika. Un aniversario que también se puede y se quiere recordar desde este espacio que es Histórico Barakaldo pero en la claves que, evidentemente, normalmente se tocan aquí.
De esta forma, como ya se ha citado en alguna entrada anterior, la actividad del equipo, por aquel entonces Baracaldo F.B.C.,  se interrumpió a consecuencia del golpe de estado que desembocó en la contienda, en un momento en el que la entidad gualdinegra militaba en la Segunda División (así lo hizo en las  temporadas 1934/35 y 1935/36)
La irrupción de la Guerra Civil hace que se paralicen las competiciones y parte de los jugadores del Barakaldo salen hacia el frente, situación que provoca que el club quede inactivo ya en pleno 1937. Uno de aquellos futbolistas de los que se tiene constancia que tomaron parte en la guerra fue Ricardo Miranda Alonso, más conocido como Cachi.
Cachi fue un afiliado de la agrupación barakaldesa de Acción Nacionalista Vasca (ANV), partido político fundado en 1930, de ideología nacionalista vasca que se definía como de izquierdas, republicano e independentista. En su faceta balompédica, su posición en el campo era la de medio izquierdo y además de vestir la camiseta amarilla y negra del Barakaldo, también portó la zamarra albiazul del Deportivo Alavés.
“Baracaldés de nuestras estampas clásicas”, como reza la esquela que se adjunta y que se ha tomado para la elaboración de este post del libro “La guerra civil en Barakaldo: once meses de resistencia” http://www.edicionesbeta.com/libro.php?id=468 escrito por el historiador y profesor Koldo López Grandoso, Ricardo Miranda Alonso “Cachi” falleció en el frente, concretamente en la localidad alavesa de Legutiano el 2 de diciembre de 1936.
Sirva, con todo, rescatar hoy la figura de este jugador del Barakaldo CF con motivo de la mencionada onomástica, siendo conscientes que, a buen seguro, no fue el único cuya vida fue segada durante aquellos terribles tiempos. Desgraciadamente, los archivos y datos referidos a aquella época son muy escasos. En este sentido, cabe agradecer, nuevamente, la rigurosa labor del baracaldés Koldo López Grandoso al respecto.

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Balaídos (Vigo) 27 de Enero de 1935. Celta de Vigo – Barakaldo FBC (1-1). Cachi es el primero. Junto a él Segurola, Castor, Zuloaga, Olano, Larrazabal, Pisón, y Juan Ramón. Agachados: Fuentes, Antolín y Cachelo.

Un artículo de LUCCE para HISTÓRICO BARAKALDO C.F.

 

MANOLO SARABIA Y EL BARAKALDO DEL 78. A dos puntos del ascenso a Primera

Desgarbado, genio, artista, desconectado, a ratos indiferente, otros un mago vestido de corto, un fuera de clase. Todo eso y más era Manuel Sarabia López (Gallarta, Bizkaia 9/1/57). Antes de que el mundo del fútbol le apodara “la pantera rosa”, en Barakaldo ya se le conocía como “el ave fría” un jugador especial que a sus 20 años batió sus alas en Lasesarre regateando contrarios. Una temporada mágica donde los pájaros fabriles con una escuadra de ensueño volaron muy alto, casi hasta las puertas del cielo. Solo dos picotazos faltaron para derribarlas. Estamos en Julio de 1977  aterriza en Lasesarre la mejor zurda de una generación, Manu Sarabia. Junto a él una pléyade de futbolistas legendarios formando el mejor Barakaldo de la historia. Moruca entrena un conjunto que hizo soñar a un pueblo. Volvamos a pasear por las nubes y recorramos la temporada 1977/78. Manolo Sarabia  y el Barakaldo de Fernández Mora a dos puntos del ascenso a Primera.

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Manolo Sarabia con el Barakaldo en Lasesarre. Foto: Twitter

Manu Sarabia debutó en Primera un 19 de Septiembre de 1976 llegando a jugar 3 partidos esa temporada con el Athletic club. En verano del 77 llegó cedido a un Barakaldo recién ascendido a Segunda división merced a su gran campaña anterior. Campeones de Tercera. Manuel Fernández Mora “Moruca” entrenaba a un gran equipo donde seguían los Benito, Aizpuru, Aguirrebengoa, Manolo, Larreina, Carmelo, Dueñas, Regulez, Sainz e Inoriza. Había que apuntalar la plantilla y se ficho a Docal, experimentado defensa central bregado en la categoría de plata con el Real Valladolid, a Duñabeitia un mediocampista de mucha clase demostrada durante años en Primera división con el Real Zaragoza y a un joven Martín que llevaba 4 años peleándose un sitio en el centro de campo del Athletic club. El otro cedido que acompañaría la aventura de Sarabia en Barakaldo sería Bengoechea. La temporada del Ondarrutarra en Lasesarre se convertirá en legendaria. Vaya equipazo se había logrado. Pero el objetivo estaba claro, la salvación de la categoría.

El ave fría

La pretemporada empezó bien, victoria ante la Cultural Leonesa en el primer partido con goles de Benito y Sarabia. En la siguiente cita campeones del triangular de Las Gaunas frente al Barcelona At. y C.D. Logroñes

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Barakaldo campeón del triangular Las Gaunas. Aizpuru, Manolo, Barrenechea, Docal, Abiega y Benito. Inoriza, Duñabeitia, Larreina, Sarabia y Sainz.

Una derrota en Basauri 1-0 (al Baskonia lo entrenaba un tal Javi Clemente) y un empate frente a la Real Sociedad completaron la preparación para el debut en Segunda. No fue un gran comienzo, derrota en Ganada, entraba dentro de la lógica.

Para el debut en casa viene el Deportivo de La Coruña que salió derrotado 2-1. Fue el estreno de las vallas en Lasesarre. Y también el estreno de Sarabia que consumó la remontada con gol de falta directa. La posición en el campo del talentoso jugador de la zona minera partía del extremo para controlar el juego en el interior del centro del campo y dominar la media punta. Delante tenía a Larreina y Bengoechea. En el medio estaba bien flanqueado por Duñabeitia, Benito y Martín si bien en éste primer encuentro jugó Dueñas en su lugar. Talento, clase, pelea y gol rodeaban a la magia de Manolo Sarabia que todavía no había sacado la chistera.

Otras dos victoria consecutivas elevan la moral. En Oviedo remontBarakaldo CF Sarabia y Benito a hombros malagaada en los minutos finales con goles de un Bengoechea que se empieza a destapar y un gran Manolo en el lateral derecho. Una semana después remontada al Sabadell con otro de Bengoechea y debut de Martín. Jornada 4  y el Baracaldo C.F. se coloca líder. Benito que marcó ese día señalaba que “con la llegada de Sarabia, Bengoechea y tanto talento para el medio campo temí por el puesto” El puesto fue suyo todo el año saliendo a hombros ante la mirada de Sarabia en el último partido en Lasesarre como vemos en la foto.

La copa fue efímera ese año. Se cayó eliminando ante el Alcalá con “una entrada floja de cerca de 5000 espectadores en Lasesarre” en el partido de vuelta. Así centrados en la Liga se despachan una serie de flojos resultados que mandan al Barakaldo a la duodécima posición en la jornada 9. La parroquia fabril llega a echar en cara incluso  a Manolo Sarabia, su falta de entrega en ciertos momentos a pesar de haber marcado ya su segundo gol y mostrar un avance de su clase. Llegamos a la fecha 10. Un 30 de Octubre de 1977. Recreativo de Huelva, candidato al título, en Lasesarre. Se abrió el telón y comenzó el Festival de Sarabia. El “ave fría“ se convirtió en el “ave sabia”. “En el primer gol el centro de Aguirrebengoa llegó hasta el punto de penalti y me adelanto al portero en el salto” La explicación del genio de Gallarta sencilla, la imagen maravillosa.

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Sarabia se adelanta a la defensa de Huelva ante la mirada de la preferencia de Lasesarre

Corría el minuto 52 cuando avanza Bengoechea en contragolpe junto con el extremo izquierdo gualdinegro. “Fue un pase perfecto de Bengoechea que paré con el pecho al entrar al área para disparar con la izquierda cuando caía el balón”. Todo esto en carrera y cruzando la pelota al palo contrario. Un gol extraordinario. 2-0 Lasesarre se rinde. Sarabia no se cansa y ya convertido en figura…  «El tercer tanto fue en un saque de corner, me cae el balón, driblo a un jugador del Huelva y paso a Larreina que estaba desmarcado, “el toro” marca” Octavos y la sensación de ser capaces de ganar a cualquiera.

Vigo, el Celta, otro gallito de la categoría. Partidazo del Baraka y empate a uno. Bengoechea, la figura del partido, se cuela por la banda derecha con centro que desvía en la boca de gol Sarabia anticipándose a los defensas. 5 goles en 11 partidos y ya había mostrado parte de su repertorio de leyenda desde la aparente dejadez en algunas acciones, pasando por la terrible zancada y dribling con su peculiar y extrañamente elegante estilo, su visión de juego, su remate de cabeza y su gol. Llegarían las vaselinas, jugadas antológicas, pases, paredes y sus míticas bicicletas.

 

García de Loza y el Alavés de Valdano

El 13 de Noviembre llegó otro gallito a Lasesarre y no hablamos del Real Valladolid, claro candidato al ascenso, sino de un personaje sin igual. Los que lo vieron siguen contándolo y los que por edad no lo sufrieron aquella tarde en el campo han escuchado la historia cien veces. ¡García de Loza! ¡La que preparó al Barakaldo! Un árbitro de los llamados “de la nueva ola” que ya había tenido lío en los 7 partidos que había pitado. Los problemas empezaron con una falta al borde del área que los pucelanos sacaron con el balón en movimiento y el colegiado de espaldas. Marca el Valladolid y De Loza seguía hablando con Ruski, jugador blanquivioleta. Empate a uno, Abiega había marcado para el Barakaldo el 1-0. Antes de los 45 vuelve a marcar el equipo visitante y se lía parda en el túnel. García de Loza declararía más tarde: “yo esperé a que salieran los jugadores y luego corrí protegiéndome de los objetos que se lanzaron hacia las casetas. Al entrar en el túnel escuché a Benito que gritaba “!hay que matarlo!” Lógicamente le saqué la tarjeta roja” Más jaleo en las gradas. El presidente del Barakaldo pidiendo calma en las gradas y con 6 minutos de retraso empieza la segunda parte. Empata el Baraka con otro gol de Abiega pero en un contragolpe encaja el 2-3. En pleno desquicie roja para Docal y la escuadra fabril se queda con 9. Final del partido y bronca final. “No es la primera vez que he tenido incidentes, pues en Pamplona, Valladolid y Miranda me pasó lo mismo. De todas maneras estoy satisfecho con el arbitraje y espero subir a primera”. Así es, subió a Primera. Otra derrota la semana siguiente en Terrasa con el sexto gol de Sarabia, éste de penalti, y se cae al puesto 15 de la clasificación. Se pagó cara la visita de García de Loza.

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Larreina y Sarabia pelean por el balón en la derrota del Barakaldo en Terrasa

Dos victoria caseras y una derrota ante el Zaragoza de Pichi Alonso y nos plantamos en otro climax de la temporada. El clásico Baraka-Alavés un 12 de diciembre del 77 con Lasesarre atestada de aficionados, el campo lleno de barro y 4000 babazorros en las gradas. Aplastaron los gualdinegros al rival marcando encima del contrario y soltando rápido la pelota. Dos faltas botadas por Sarabia y rematadas por Benito y Bengoechea en la primera parte desarbolaron a los gazteiztarras que se hundían entre la lluvia y el barro. No valió su gol y 2-1 final. Pasado un tiempo Jorge Valdano hablaría maravillas de Sarabia que fue un espectáculo en un terreno de juego que a priori no era el más idóneo para sus características “Yo era un tipo delgado. Pensaba que no estaba dotado físicamente para jugar en el barro hasta que un día jugamos contra el Barakaldo y me encontré con uno más flaco que yo y que caminaba por encima del agua; se llamaba Sarabia y me arruinó la teoría: desde ese día ya no supe qué pensar” reconocía el gran teórico del fútbol, futbolista y entrenador argentino.

Ahí se inició la gran racha del equipo que encadenó dos empates fuera y 3 victorias en casa para plantarse al final de la jornada 22 en sexto puesto a tres puntos del tercero, el Celta que marcaba la posición de ascenso y que sería su rival hasta el final de temporada. Primero el Real Zaragoza seguido del Recreativo de Huelva. En el último partido de esa racha Sarabia puso mucha lucha, técnica y fútbol en el todavía embarrado campo de Lasesarre para recoger un pase de Sainz, entrar en el área y lanzar un disparo cruzado en parábola a la escuadra contraria. Marca de la casa. Sello de identidad. Hace unos meses el mago de Gallarta comenzó su espectáculo atrayendo la expectación del público, cuando les tuvo bien atentos sacó su chistera y se los metió a todos ahí.

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Barakaldo 1 – Oviedo 0. Una obra de arte de Sarabia en Lasesarre

Sarabia, dueño de la media punta

Lasesarre con sus 5 meses de barrizal se estaba convirtiendo en un verdadero fortín donde se escapaban muy pocos puntos. Fuera de casa bajaba algo el rendimiento, al menos de resultados. Derrotas en Sabadell donde cayó el octavo chicharro de Sarabia, Jaén en un abultado 4-0 y Castellón donde la figura gualdinegra arrancando del extremo izquierdo hacia el centro parecía controlar todo lo que ocurría en el terreno de juego. En el medio se asociaba con Benito y Larreina dejando la banda para Martín con Bengoechea arriba. Dominador absoluto del juego, creando ocasiones como su clásica vaselina a la salida del portero (ésta se fue al larguero) y arrancadas terribles hacia puerta driblando contrarios. Inexplicablemente en el 19´ del segundo tiempo con 1-2 favorable al Barakaldo Moruca decide cambiarle. El Castellón dio la vuelta al marcador. “cambié a Sarabia porque tiene tres tarjetas y no me interesaba perderlo para la próxima jornada. Es un hombre de calidad pero poco peleón y teniendo en cuenta que el Castellón estaba empujando mucho era necesario correr y por eso metí a otro jugador” se defendía el técnico cántabro.

Cada salida era una pequeña aventura como la de Jaén donde además de caer merecidamente, Docal el bravo central gualdinegro casi se queda detenido. El arbitro puso en el acta “El jugador Docal que estaba muy nervioso porque todo el público estaba insultándole acoro llamándole ‘hijo de p…’, hizo un gesto feo al juez de línea y le mostré la tarjeta roja”. Pero lo más gordo fue que la fuerza pública pretendió detenerlo después del partido bajo la acusación de que había provocado una alteración del orden público. “menos mal que perdimos porque si llegamos a ganar no se que hubiera pasado” confesaba el delegado de la expedición Méndez. Goleada, expulsión, casi detención y cientos hinchas exaltados rodeando el autobús a la salida en actitud amenazadora. Mejor jugar en casa sí.

Barakaldo 3-1 osusana
Una apisonadora el Barakaldo en Lasesarre

Barakaldo Osasuna SarabiaY es que con Sarabia ya casi asentado en la mediapunta marcando de cabeza frente a Osasuna (3-1) su noveno gol y en certero remate al saque de una falta de Bengoechea contra el Murcia (2-0) el décimo, se iban despachando rivales. Hasta llegar al desplazamiento a Huelva para jugar contra el líder, el Recre de Eusebio Ríos y Poli Rincón, donde cambian las tornas y un sensacional Barakaldo arrancó un valioso positivo empatando a uno con gol de Sainz. El Baraka se coloca sexto. No jugó Sarabia, había que dosificar, el siguiente en Lasesarre era el Celta de Vigo, rival directo, uno de los partidos del año. Un encuentro algo más que «interesante» como rezaba el cartel para la ocasión.

Barakaldo Celta 1978

“A partir de éste momento vamos a pensar en el ascenso” declaraba Fernández Mora al término del partido. Fue una auténtica lucha de dos equipos que jugaron sin dar la espalda, el Celta controlando más juego y el Barakaldo creando las ocasiones más peligrosas en la meta del “pibe” Fenoy. Sarabia mandando en la zona ancha con apoyo de Duñabeitia, Benito y Martín. Dos cabezazos de Larreina y Bengoechea al inicio del segundo tiempo que el conjunto gallego fue incapaz de remontar. 2-1 y porque a Manolo Sarabia le anularon un gol, otro cabezazo, aparentemente legal en el minuto 90. Con ésta tremenda victoria el Barakaldo se coloca cuarto a un solo punto del Celta y con gol average a favor. Ya era lícito soñar. Era la jornada 30. A falta de 8 partidos el objetivo era el ascenso a Primera División. 

Barakaldo CF Celta Sarabia gol anulado
Gol anulado a Sarabia en el 90 frente al Celta. Victoria histórica del Barakaldo.

La pelea por el ascenso

La escalada hacia Primera se inicia con derrota en Valladolid “Seguimos teniendo un calendario potable, tenemos cuatro salidas en las que se puede puntuar y tenemos que ganar los partidos de casa. El calendario nuestra sigue siendo mejor que el del Celta y no renunciamos al ascenso” sentenciaba el mister gualdinegro Moruca.

Victoria 1-0 al Terrasa. “Fuerza y ganas de Primera sobre un barrizal de regional” rezaban los titulares tras el partido y es que era ya el 2 de Abril y  al verde de Lasesarre no le había llegado todavía la primaveraLas imágenes son terribles.

 

Grandísimo partido del Barakaldo y  Sarabia, la figura del encuentro, regatea dos contrarios dentro del área para ceder a Bengoechea que marca a placer el gol que finalmente daría la victoria. Pierde el Celta y de nuevo a un punto con gol average a favor.

El Barakaldo ya ocupa portadas y en el caso de Sarabia siguen los halagos. Barakaldo CF cordoba portadaSensacional en la segunda parte en El Arcángel de Córdoba con su calidad pegada a las botas arrancando con suaves driblings en un palmo de terreno para continuar con largos sprints cara a gol. Fue un espectáculo. Sin alardes para la galería, poniendo en el alma todo su saber y quizás con cierto individualismo encaró repetidas veces con larga y potente zancada hacia el área visitante. Le frenaban con agarrón a zancadilla o entrándole dos rivales. Tuvo en sus botas el gol que no llegó y el Barakaldo se tendría que conformar con un empate en la antesala de un partido que se convertirá en historia del futbol en Lasesarre. Ese que los críos de los ochenta escucharon tantas veces. 16 de Abril de 1978. La visita del ahora líder, el Real Zaragoza.

larreina zaragozaY es que lo tenía todo para con una victoria ponerse tercero a falta de cuatro partidos. Una entrada en el viejo campo fabril de esas que asustan. La mejor de la temporada y hubo muchas buenas. Ambiente de fiesta al comienzo, ambiente de ascenso. Sarabia no podía jugar, arrastraba amonestación de un partido por una inoportuna tarjeta amarilla el domingo anterior en Córdoba. Y el Baraka jugó bien, como un primera. Aguirrebengoa secó a Pichi Alonso. El Zaragoza atrás replegado y a pesar del continuo dominio gualdinegro, los 17 corners lanzados y la presencia de un Bengoechea que llevaba ya 15 tantos no se pudo marcar. Un empate a cero que templó algo los ánimos. El Celta empató en Granada y la distancia seguía siendo de dos puntos. Ahora a falta de cuatro partidos. “No sabemos con certeza si notamos la ausencia de Sarabia pero tal y como estaba el campo y el sistema que montó el Zaragoza necesitabamos hombres con habilidad y dribling como es Manolo Sarabia para romper la muralla aragonesa.” Afirmaba Moruca “Todo no se ha perdido” sentenciaba.

La siguiente jornada, la 35, frente a un Calvo Sotelo descendido y primado hasta las cejas (medio millón del Recre y otro medio kilito de la época el Celta). “Tenemos que ganar, éste año solo hemos cobrado 5 primas y no podemos dejar escapar ésta” comentaba una señora mientras veía jugar a su marido y compañeros de equipo. Sería un partido por lo tanto, loco, con los dos conjuntos yéndose a por la victoria. Hat Trick de Sarabia para el 3-3 final y sumar 13 en su cuenta personal. El primero de listo al aprovechar el despiste de la barrera y el portero en una falta directa y marcar a puerta vacía, el segundo en asombrosa jugada personal y el tercero a falta de 7 minutos de penalty riguroso por caída de Delgado para empatar el partido y dejar al Calvo Sotelo sin prima. Enrique Ortego habla de actuación formidable de Sarabia en punta. Así todo con las victorias de Recre y Celta quedaba el ascenso a 4 y 3 puntos, un poquito más difícil a falta de tres jornadas.

Barakaldo CF alaves 1978

3000 gualdinegros empapados de esperanza acompañaron al Barakaldo en Vitoria para medirse a un Alavés que no había perdido ni un partido en casa. M.17 arranca Sarabia desde el centro del campo, tras driblar a tres jugadores babazorros, pasa el balón a Martín en posición de extremo derecho, y dentro del área cruza la pelota a la salida de Basauri. Era el 0-1. M.43 Fallo defensivo de Alavés, llevándose la pelota Bengoechea que espera la salida de Basauri para ceder a Sarabia. Su disparo es rechazado por el meta alavesista y de nuevo Martín agarrando el rechazo marca el 0-2. Así acabaría el partido ante la inmensa alegría de la afición desplazada porque éste resultado unido a la derrota del Recreativo y el empate del Celta dejaba al Barakaldo a 2 miserables puntos de los dos y recordemos con el gol average favorable. Moruca declaraba “Mira, esto no deja de ser como un sueño. Nuestra aspiración era mantenernos y estamos a punto de conseguir el ascenso. La victoria ha sido muy importante y merecida porque se ha atado bien a los jugadores del alavés”.

7 de Mayo de 1978. Último partido de la temporada en Lasesarre y viene un Málaga muy primado también. Ambiente de gala en las gradas. 5 de la tarde. Entrega la pelota Bengoechea a Sarabia quien todavía desde el círculo central se va decidido hacia portería hasta plantarse ante el meta malacitano Corral que logra despejar con el pie. Una salida en tromba que fue como una bengala que incendió el estadio. Así todo fue el conjunto andaluz el que se adelantó en el m.38, empatando un minuto después Bengoechea. Todo igual. La segunda parte  el Baraka volcado por la victoria. Minuto 25 y gol anulado a Sainz por fuera de juego de Bengoechea. El ambiente se caldea, los malagueños empiezan a dar patadas y el juego y la grada se tensionan. A falta de cinco minutos para el final Sarabia recoge un rechazo en el área para anotar el gol de la victoria. Locura en Lasesarre, se desatan los nervios, Abiega sale expulsado al responder a las continuas provocaciones de los jugadores del Málaga. El sueño continua a falta de una jornada. Las victorias de sus dos rivales siguen dejando difícil la meta del ascenso. Se necesita una victoria en Tenerife y la derrota del Celta de Vigo o del Recreativo de Huelva.

Copia de Barakaldo C.F. malaga 1978
Sarabia en presencia de Bengoechea marca el gol de la victoria en el 85′

El fin de la fiesta, el despertar del sueño

14 de Mayo de 1978. Flojísma entrada en el Heliodoro Rodríguez tinerfeño, Una tarde de excesivo calor y un sol de justicia. Una piña de vascos que cumplían el servicio militar en una esquina del estadio animando con su txistu y tamboril. Tarde también de nervios y transistores en el banquillo fabril. El Tenerife ya descendido “solo” se jugaba la prima.

El escenario estaba preparado para el martirio del equipo fabril. El estadio Heliodoro Rodríguez fue el horno crematorio donde se cocieron a fuego lento las ilusiones del Barakaldo de subir a Primera División. Dicen que no fue el verdadero Barakaldo de los ramalazos y las emociones de Lasesarre. Era muy difícil la carambola. El o-o final no valió para nada y queda el consuelo que tanto Recreativo de Huelva y Celta de Vigo se agarraron al empate y tampoco un gol gualdinegro hubiera servido. No hubo goles en ninguno de los tres partidos.

El Barakaldo arrancó con ocasiones de Sarabia que rechaza el portero y de Martín tras servicio de Larreina. Apretó algo más en el segundo tiempo sin oportunidades demasiado claras en un juego embarullado por la tensión de lo que estaba en juego y con un Tenerife sin crear demasiados apuros al meta gualdinegro Aizpuru. Y se iban los minutos con la esperanza de que la radio cantara algún gol del Castellón o Getafe rivales de nuestros rivales. Éste último era el que más se jugaba pues coqueteaba con el descenso pero un punto le valía frente al Celta. La suerte parecía echada de antemano.

La decepción final no empaña una gloriosa temporada que sirvió a jugadores como Benito debutar en Primera al año siguiente con el mismo Recre, Bengoechea jugar tres temporadas en el Athletic club o a Delgado tener una larguísima carrera en 2ª y 1ª con el Elche, Mallorca, Murcia o Granada. El resto del equipo se quedó en Lasesarre para saborear el amargor de un descenso la temporada siguiente. Excepto Sarabia. El “ave fría” que sobrevoló Lasesarre subiría más alto convirtiéndose en una leyenda del fútbol recordando, sin duda, aquellos partidos en el barro de Lasesarre donde un tipo delgado, desgarbado, de zancada larga y raramente elegante, de driblig sobre dribling, de vaselinas redondeadas, de saques de falta de listo y remates de delantero centro. Zurdo maravilloso, un extremo dueño de la mediapunta que maravilló a una generación.

Barakaldo CF Tenerife 1978
Heliodoro Rodriguez 14/5/78. Último partido de liga temp. 1977/78. El Baracaldo C.F. se juega el ascenso a Primera con Aizpuru, Manolo, Docal, Aguirrebengoa,Delgado, Martín, Bengoechea, Duñabeitia, Larreina, Sarabia y Carmelo.

Un artículo de DAVID PALMA RUEDA para HISTÓRICO BARAKALDO C.F.

MANUEL FERNÁNDEZ MORA Y UN BALÓN DE REGLAMENTO

«Un balón de reglamento. Uno de los recuerdos que me quedan de Manuel Fernández Mora, quien fuera entrenador de aquella temporada 77-78 en que rozamos la gloria del ascenso a primera división con la punta de los dedos, es uno de aquellos legendarios balones de rombos negros y blancos.
Mora se contaba entre la «legión» de amigos y conocidos de mi difunto padre; por ello, le invitó a cenar en casa, creo recordar que la víspera de algún festivo, en aquellos días en que ejercía como míster fabril. Mentiría si dijera que me acuerdo de muchos detalles de aquella velada; si acaso, de cómo ensalzaba a Manolo Sarabia, de quien decía algo así como que si en Lasesarre nos dejaba maravillados, fuera sus actuaciones eran aún más prodigiosas.
En correspondencia a aquella invitación, nos dijo a mis hermanos y a mí que bajáramos al entrenamiento matinal del día siguiente, si mi memoria no me falla, al término del cual nos obsequió con aquel balón de reglamento, un poco gastado por el uso, sí, pero que durante un tiempo, en aquella época en que dominaban los esféricos de curtis en los patios escolares, nos elevó a la categoría de capitanes generales en el colegio de Bagaza, donde acostumbrábamos a gastar suela y horas de ocio jugando al fútbol.
Anteayer se fue para siempre aquel hombre que tan profunda huella dejó en la afición barakaldesa… y cuya generosidad nos permitió patear por primera vez un balón de los de verdad, como los profesionales. Se ha ido justo al despuntar el año en el que la siempre sufrida y leal parroquia gualdinegra celebramos nuestro centenario. El hombre que nos ilusionó e hizo soñar con ese ascenso que, más pronto o más tarde, acabará por llegar, porque la historia nos lo debe. Qué paradojas. Hasta siempre Moruca: gracias por aquellas dos excelentes temporadas que nos diste…y por aquel balón de reglamento.»
Fernández Mora fue entrenador del Barakaldo C.F. en dos de las temporadas más exitosas del club, logrando en la temp. 1976/77 el ascenso a Segunda División y alcanzando un fabuloso cuarto puesto la temporada siguiente (1977/78) en la categoría de plata rozando el ascenso a Primera División.

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Un artículo de EL ZURDO

CARMELO, UNA DÉCADA DE LEYENDA

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El Baracaldo C.F. en el Camp Nou. 21 de Enero de 1981 Vuelta de 1/16 final copa del rey

Capitanear al Barakaldo C.F. en el Nou Camp no es poca cosa, es más, solo él lo hizo. A buen seguro esa eliminatoria frente al F.C. Barcelona es uno de los mejores recuerdos de Carmelo en el fútbol. Es una imagen icónica. Pero tiene que competir por fuerza con otros dos momentos mágicos: Fue protagonista de los 2 últimos ascensos del Baraka a Segunda División. No haber podido llegar a Primera División, ni de cachorro con el Athletic Club, ni en esa alucinante temporada del 78 en Lasesarre donde solo un suspiro y dos miserables puntos negaron al Baraka el ascenso a la gloria, puede ser su espinita clavada.

Carmelo Mardaras Cedrún (Durango 1-3-1951) llevaba el fútbol en la sangre desde niño, no en vano es sobrino de una leyenda del balompié como es Carmelo Cedrún histórico portero del Athletic Club y entrenador en dos etapas del Barakaldo C.F. Otro tío, Serafín Cedrún, fue portero también en el Baraka de los 60 y es primo de Andoni Cedrún que defendió el arco del Real Zaragoza de los 80. Nuestro Cedrún, en cambio, no iba para portero.

A un pasito del debut

Aunque con el tiempo fue retrasando su posición a la de libre empezó de 7 en el filial de su querido Athletic; le definían como un medio con llegada, de fuerte disparo, buen lanzador de faltas e infalible desde el punto de penalty. En el banquillo del club de ibaigane de finales /principios 70 se sentaba el inglés Ronnie Allen que hacía alternar al joven Carmelo los entrenamientos con el primer y segundo equipo. Llegó a jugar algún amistoso como aquel de la famosa anécdota en Ipurua. El campo de la S.D. Eibar estrenaba una flamante iluminación y lo celebraba con un amistoso entre Real Sociedad de fútbol y Athletic Club. Ronnie convocó a Carmelo. En un momento, penalty a favor y desde el banco se ordena tirarlo al joven cachorro. La pegó fuerte, fiel a su estilo, y el zapatazo que repelió en el larguero fue directo a golpear los flamantes focos armeros. “Carmelou, la iluminación de luces!!!” Le gritaba Allen desde la banda con su inefable acento inglés.

Hace bien poco Carmelo reconocía “Una pena, justo cuando el mister me iba a conceder la alternativa, lo cesaron. Ahí me marche al Barakaldo” El durangotarra estaba a un paso de debutar en partido oficial con la elástica rojiblanca cuando efectivamente cesaron a Ronnie Allen y todo cambia. Ahí empieza su historia con el club fabril, atravesaría toda la década de los 70 en el Barakaldo C.F.

El Baraka de Eusebio Ríos

El ascenso del 72 brindó al club de la margen izquierda la posibilidad de competir en la categoría de plata tras 6 años en Tercera. Curioso fue que lo ascendió su tío Carmelo Cedrún, pero aún no era el momento de coincidir en el Baraka, cosa que ocurriría años más tarde, puesto que Cedrún no obtuvo la confianza para dirigir al equipo en Segunda siendo relevado por Eusebio Ríos. Las primeras temporadas fueron exitosas para el club acabando en los puestos nobles de la clasificación. El elegante centrocampista, todavía con 20 añitos tendría que esperar un poco para asentarse en el 11 del equipo. Aunque bien está recordar ese 0-1 en el Sánchez Pizjúan frente al Sevilla C.F. el año de su debut y siendo titular. Compañeros de aquellos primeros 70 del Barakaldo de Eusebio Ríos serían los Bitoren Bibao, Dani, Escalza, Victor, Ibarrondo, Ramirez Escudero, Uriona, Carlos, Arechalde, Lalo……tres años increíbles para los gualdinegros hasta el descenso en el 75 en una desgraciada promoción de permanencia con el Ensidesa en la que Carmelo fue testigo directo jugando los últimos 45 min. en tierras asturianas.

Barakaldo CF Sevilla sanchez pizjuan 1972
Bitoren Bilbao, Carlos, Ramirez Escudero, Arechalde, Nando Tito, Dani, Escalza, Larreina, Ibarrondo y Carmelo (o-1 Escalza)

Dos ascensos y una temporada mágica

1975-77 Dos añitos en Tercera, la actual 2ªB que comenzaría en la 77/78, dieron paso a un Carmelo de 24 años muy asentado en el equipo con media de mas de 25 partidos de titular, lanzando faltas, goles… muchos de penalty. Ya era titular en la promoción de ascenso contra el Cádiz viviendo desde el césped la derrota en Carranza por 3 a 0 que no se pudo remontar en lasesarre. Una experiencia dolorosa que le haría ir creciendo como futbolista. No en vano acabaría la década y su periplo en el Baraka ejerciendo de capitán.

Pero antes pasaron muchas cosas como el campeonato y ascenso de 77, con el inolvidable y recientemente fallecido Fernández Mora de entrenador que continuaría al año siguiente para completar el casi ascenso a Primera del 78 con Bengoechea y Sarabia arriba destrozando defensas. Compañeros de aquellas gestas serían los Larreina, Dueñas, Juanjo Benito, Regulez, Collantes, Abiega….

Barakaldo CF Terrasa FC 1977_78
Terrasa F.C. – Baracaldo C.F. 20/11/77 (2-1) Aizpuru, Martín, Aguirrebengoa, Larreina, Abiega, Duñabeitia, Regulez, Carmelo, Bengoechea, Sarabia y Sainz

Otro desgraciado descenso (78/79, a pesar de los intentos de salvación con los refuerzos de invierno del argentino Cioffi y Faubel) e inaugurar la hoy muy conocida 2ªB con el último ascenso a Segunda del Barakaldo C.F. Campeones 1980! con Beascoechea de entrenador en quien no se puso la suficiente confianza para la siguiente campaña en Segunda y Carmelo Cedrún tomó el relevo. Fue de auténtico vértigo ese final de década.

Así, se encontrarían tío y sobrino, Carmelo y Carmelo, por fin en el Baraka. Lástima que la temporada no se dio. “Venía pidiendo un goleador a gritos” clamaba el mister “El que viene marcando goles es mi sobrino Carmelo, que es líbero” aseguraba irónico. Y es que efectivamente fue el segundo goleador de la campaña con 7 tantos detrás de Sainz con 12. Bueno, tanto tensó la cuerda que los malos resultados trajeron un cese y un descenso después. Todavía no hemos vuelto. Los artífices junto a nuestro protagonista del último gran logro gualdinegro fueron los Meléndez, Sainz, Liceranzu, Basdasco, Irusta, Larreina que seguía en el equpo, Sebas y Manolo que ya llevaban un tiempo, Merayo, Otaolea, Mayayo…

Y ahí le tenemos, enero del 81 , en el Camp Nou dando la mano a Joaquín Albadalejo (FCB) en la vuelta de unos dieciseisavos de final de copa, donde se compitió a nivel 1-1, si bien se iba con la eliminatoria cuasidecidida por el 0-2 de la ida. Es una foto para la historia y un fantástico colofón a la carrera de Carmelo en Lasesarre y en ese Barakaldo C.F. de leyenda.

De Barakaldo a Burgos

Carmelo Mardaras Barakaldo CFReside en Burgos desde hace años. Se encuentra cómodo en la ciudad, “la ciudad es limpia, el clima me gusta y estoy cerquita de casa” confesaba. Ahí recaló en el 81, tras abandonar un Baraka en crisis, permaneciendo 4 temporadas en el Burgos C.F. la primera en 2ªA y las tres siguientes en 2ªB. luego regentó un local de hostelería y trabajó en una agencia de seguros hasta su jubilación.

Carlos Terrazas le propuso en el año 2000 ser delegado del Burgos, ”soy una especie de relaciones públicas que me ayuda a estar vinculado al mundo del fútbol y tampoco tengo demasiada responsabilidad” comentaba, y ahí estuvo unos años.

Ésta , en fin, es la dilatada historia de un gran futbolista que vivió en primera mano la llamada segunda época dorada del Barakaldo C.F. una década que los que tuvieron la suerte de disfrutarla se la narran a otros con suerte de escucharla.

Un artículo de TAFFY para HISTÓRICO BARAKALDO C.F.