EL SINGULAR PASO DE PÉREZ-PAYÁ POR EL BARAKALDO

Barakaldo CF Pérez PayáJose Luis Pérez-Payá (Alcoy-Alicante. 28-3-1928) es uno de los más ilustres personajes del fútbol en el S.XX. Futbolista internacional que llegó a ser presidente de la RFEF y uno de los mejores jugadores que han pasado por el Barakaldo C.F.
De familia acomodada para la época, era hijo de un jugador (y después presidente) del Club Alcoyano y ahí empezó su relación con el balón. Preponderando siempre los estudios, vino en 1946 a la Universidad comercial de Deusto a cursar económicas mientras jugaba en su club de fútbol y se matriculaba en derecho como alumno libre en la universidad de Valladolid. El chico además de trabajador tenía dotes de superdotado (acabó la carrera como primero de su promoción).
Dos años en el club Universidad de Deusto y llega la llamada del Barakaldo. Era la temporada 1948/49. Varias fueron las condiciones de Pérez-Payá y su entorno para formar parte del Club Deportivo Baracaldo Altos Hornos. La primera era de obligado cumplimiento: como jugador amateur no podía cobrar. Así, el premio por aquella (la única) temporada en Lasesarre fue un reloj de oro. La segunda premisa era primar los estudios, como consecuencia y última condición solo podía disputar los partidos que se disputaran en casa y los de fuera que se regresase en el mismo día.
Barakaldo CF 1948-49 Pérez-Payá y Venancio
C.D. Baracaldo A.H. 1948/49. De pie: Venancio, Pérez-Payá, Urcelay, Fernández, Jose Luis, Olarieta, Cayetano (portero) Agachados: Albizua, Guridi, Tori Bilbao y Baniandrés.
Pérez-Paya debutó un 31 de Octubre de 1948, jornada 8 de Liga, pudo disputar 12 partidos, todos siendo titular y completando los 90 minutos (en aquella época no estaban permitidos los cambios), en los cuales anotó 6 goles destacando su doblete al Girona FC y su gol ante la Real Sociedad en aquel histórico encuentro con 22.000 personas en las gradas de Lasesarre. De los  12 envites, 10 fueron en casa y unicamente viajó a Gijón y San Sebastian por las conocidas limitaciones de su particular «contrato». Su último partido fue el 3 de Abril de 1949 frente al Levante.
Las habilidades demostradas con el Barakaldo en Lasesarre de éste gran rematador, con buena capacidad de sacrificio y de destacable desmarque al espacio no pasaron desapercibidas y fue el despegue de su gran carrera en el mundo del fútbol.
Barakaldo CF 1948 pérez-payá
Lasesarre. Gol desde el suelo de Pérez-Payá en presencia de Albizua para el Barakaldo.
Tras un breve paso por el Athletic club donde recibió en compensación el alfiler de corbata de oro del club, debutó en primera con la Real Sociedad, siempre como amateur y aprovechando su etapa estudiantil en tierras vascas. Tras licenciarse en 1950 José Luis pasó el verano en Escocia buscando un descanso que le permitiese volver con ganas de enfrentarse a las oposiciones. Pero a la vuelta tenía varias ofertas de clubes de Primera, entre ellos el Atlético de Madrid. Como la capital le venía bien para sus aspiraciones profesionales, Pérez Paya se encontró de rojiblanco. Dos años en el club colchonero, aún siendo amateur le dieron para ganar una Liga y una Copa Eva Duarte, formando en el centro del ataque la famosa «delantera de cristal» junto a Juncosa, Ben Barek, Carlsson y Escudero.
Pérez-Payá Di estefano Rial Barakaldo C.F.Fichó por el Real Madrid y se hizo profesional. Había conseguido las oposiciones y fue nombrado inspector de trabajo en la provincia de Guadalajara y posteriormente trasladado a Madrid. Con el equipo compartía honores con otros delanteros míticos como Alfredo Di Stéfano, y Hector Rial con los que aparece en la imagen.
Con el Madrid consiguió dos Copas de Europa, dos Ligas y dos veces la Copa Latina. José Luis Pérez Paya en 1957, cuando acababa de cumplir 27 años, tras cuatro en el Real Madrid, dijo adiós al fútbol. Prefería dedicarse a su profesión a pesar de tener numerosas ofertas. Era Delegado del Ministerio de Trabajo en Castellón y eso colmaba sus aspiraciones. Su amor al fútbol le llevó años más tarde a presidir la Federación Española (1970-1975) curiosamente coincidiendo con el inicio de la segunda época dorada del Barakaldo. A buen seguro recordaba desde sus despachos aquellos partidos de barro en Lasesarre del brillante estudiante que sabía jugar al fútbol.