MANOLO: “Antiguamente, nadie se planteaba otro plan para el domingo que no fuera el bajar a Lasesarre”

Una mañana soleada. Un cortado con hielo y un zurito en la terraza de un bar del barrio de Arteagabeitia. La función grabadora de un teléfono móvil encendida encima de la mesa. E interrupciones. Interrupciones de hombres que pasan con las bolsas de la compra o que vienen de pasear de Gorostiza. Señores que reconocen la cara de una de las dos personas que se sientan a la mesa.
“¡Qué bien se te ve, Manolo!”. “¡Pasa buen día, Manolo!”. “A disfrutar Manolo y compañía y aúpa Baraka!”.
Una terraza, en el barrio de Arteagebeitia, fue el lugar elegido para charlar con Manuel López Martínez (Villa del Campo, Cáceres, 23/12/1954), más conocido como Manolo, integrante de aquel Barakaldo que soñó con ascender a Primera división. Pero también de otros Barakaldos que militaron en 3ª, de otras escuadras cuyos jugadores vistieron la zamarra gualdinegra durante muchas temporadas, vivían en el pueblo y eran reconocidos y admirados por los aficionados del club fabril.
Son, precisamente, esos hinchas, ya talluditos y peinando canas, los que saludan a Manolo; los que no olvidan que un día fue el capitán del equipo de su pueblo; los que reconocen más la cara de este bravo jugador, a pesar del paso del tiempo, que muchos de los rostros de las actuales plantillas; los que interrumpen una entrevista que Manuel López, Manolo, ha concedido a Histórico Barakaldo para hablar de aquellos Barakaldos, de aquel fútbol, de recuerdos y emociones en amarillo y negro.
Sorteadas las interrupciones, volvemos a apretar el botón de ‘REC’.
Barakaldo Cf 1976
1976/77 Arriba: Abiega, Arechalde, Raúl, Ceballos, Benito, Cucó. Abajo: Sainz, Manolo, Inoriza, Juan Carlos y Collantes

Los que vieron jugar a Manolo en los años 70 y 80 del pasado siglo, le definen como un futbolista bravo, un lateral derecho de gran recorrido. ¿Cómo se definiría Manolo a sí mismo como jugador?

¿Cómo me definiría? No sé… no voy a decir que fuese rápido o que no lo fuese, si bien es verdad que me gustaba mucho correr la banda. Tampoco diría que desechase el aspecto técnico. No sé, no era el típico jugador que solo marcaba al contrario sino que también me volcaba al ataque, que tenía tendencia ofensiva. De hecho, empecé de centrocampista en el Barakaldo juvenil, pero por circunstancias del juego, lesiones de compañeros y tal, acabé retrasando mi posición y acabé de 2, pero, como te decía, con las características típicas de lo que hoy entendemos como la figura del carrilero, algo que, por otra parte, encajaba con el estilo de fútbol que propugnábamos y con el tipo de futbolistas que teníamos.

¿Cómo era, pues, ese estilo que proponíais?

Diferente en cuanto a conceptos. Hoy se juega de una manera distinta, sobre todo en cuanto a la velocidad. En la actualidad, la gente físicamente está mucho mejor preparada que entonces pero eso no nos tiene que llevar a pensar que el fútbol de entonces fuese exclusivamente aguerrido o carente de técnica. Éramos muy intensos, claro, porque eso es lo que pedía la grada de Lasesarre, pero había gente que jugaba al fútbol de maravilla. También era otro tipo de fútbol porque, independientemente de cómo se jugase, estaba el factor reglamento que, en aquellos años, era mucho más permisivo que ahora. Hoy en día haces un agarrón y te sacan amarilla y eso, antes, era impensable. Yo, de hecho, empecé a jugar con tarjetas los últimos años de mi carrera.

Por último, está el propio campo. Lasesarre, el estado del césped, también condicionaba el juego. Si a los que jugábamos entonces nos hubiese tocado un campo como el que hay ahora, tendríamos que haber cambiado el estilo, volcándonos en mejorar tanto táctica como técnicamente.

Ahora que haces referencia a Lasesarre, más allá de las condiciones para la práctica del fútbol, ¿cómo era el estadio en aquellos años?, ¿qué ambiente se respiraba?

Uf, era increíble. Estando en 2ª división, el segundo año, el que estuvimos a punto de ascender a primera, la entrada media a Lasesarre cada domingo era de unos 10.000 o 12.000 espectadores. En tercera, también tenía unas entradas muy fuertes porque había partidos y rivales muy interesantes.

En todo caso, el ambiente que se respiraba aquellos años en Lasesarre era ambiente de fútbol. Los partidos siempre eran el domingo a las 17:00 de la tarde y nadie se planteaba otro plan que no fuera el bajar a Lasesarre. Veías por el pueblo unas colas de gente bajar al campo impresionantes. Se creaba un ambiente de fútbol total, en un campo tan auténtico y vetusto como era aquel y eso lo notábamos los futbolistas. Era una gozada jugar así, a pesar de las dificultades, que las había, como, por ejemplo, el tema de las mareas de la ría que inundaba el vestuario… pero, como digo, el ambiente era espectacular.

Te escucho y la pregunta que me surge es qué ha pasado para que esa imagen, para que ese ambiente de fútbol se haya mermado tanto en relación con el Barakaldo.

Son un montón los factores que pueden explicarlo. No se puede comparar lo de ahora con lo de antes. El ambiente era distinto. Ahora no hay tanta implicación de la propia plantilla del club con el pueblo. Hoy vas por Barakaldo y, salvo a uno o a dos, no conoces a nadie. Antes los jugadores parábamos en los bares, éramos un bloque de compañeros que nos juntábamos tanto dentro como fuera del fútbol y alternábamos por el pueblo. Era otra cosa, había otra comunión. El fútbol era diferente. Era igual menos materialista que ahora, que, ojo, me parece muy bien el profesionalismo del fútbol actual, pero son conceptos diferentes. Es difícil explicar qué ha cambiado en una frase porque han cambiado muchas cosas: los sistemas, los métodos, la forma de sentir, no hay repercusión mediática… jugar contra equipos que, con todos mis respetos, no son muy atractivos pues también hace que el ambiente decrezca, que la gente diga “otra vez”.

También es verdad que las últimas promociones que ha jugado el Barakaldo, la gente hemos respondido, hemos bajado al campo… o sea, cuando hay una motivación la gente responde… pero son esas cosas puntuales. Antes el público, como decía, tenía asumido que el domingo había que ir al fútbol, a Lasesarre y ahora, como eso no se da, es el equipo el que tiene que enganchar al público y si el equipo no transmite algo, difícil asunto.

Ascenso 1977 Barakaldo Herriko Plaza
La Herriko plaza a reventar en la celebración del ascenso del 77

Me ha gustado que emplees esa primera persona del plural al referirte a que “hemos respondido”. Y es que, de alguna forma u otra, llevas toda tu vida vinculada al Barakaldo.

Pues imagínate. Estuve siete temporadas en el Barakaldo, de 1974 a 1981. Antes estuve un año cedido en el Portugalete y dos años en el Barakaldo juvenil. Antes de esto no había estado en ningún otro equipo. Soy un producto de la cantera. Después del Baraka, fui al Burgos, donde estuve tres años, en 2ªA, en la época “dorada” en la que no se pagaba.

Después de la experiencia en el Burgos, regresé a Barakaldo donde compaginé mi profesión como profesor de Educación Física en El Regato con entrenar al Barakaldo juvenil. Luego, en los años 1995 y 1996, estuve de segundo entrenador con Ricardo Moreno. Fueron dos campañas y, en la segunda, le destituyeron cuando faltaban 6 o 7 partidos y, aunque tenía pensado marcharme con él, al final me quedé como míster del primer equipo en una situación delicada porque estábamos para descender pero al final lo salvamos.

Además, estuve de directivo con Miguel Acero. Entré de director deportivo y a los 6 meses me marché, por decisión personal, al ver cómo se estaba gestionando el club a nivel deportivo.

En todos esos años vistiendo la camiseta gualdinegra, has estado a las órdenes de muchos entrenadores. ¿Qué recuerdos guardas de ellos?, ¿te marcó alguno especialmente?

¿Entrenadores? Pues fíjate, he sido pupilo de nombres como los de Eusebio Ríos, Arriarán, Beaskoetxea, Fernández Mora, Carmelo Cedrún… precisamente, en la temporada de Carmelo, jugué de interior.

Por destacar, destacaría a Manuel Fernández Mora, Moruca. Fueron dos campañas con él y una de ellas la famosa en la que casi hacemos la machada de subir a 1ª. Guardo muy buen recuerdo de él. De aquí se marchó al Elche.

Además de Moruca, el mejor de todos para mí fue Eusebio Ríos aunque eran muy diferentes entre sí. Y muy diferentes con los entrenadores de ahora. Antes hacían de todo: ejercían de entrenador, de preparador físico, de entrenador de porteros, de utillero… Antes no había flechitas ni cosas así.

Por último, aparte de estos, me acuerdo mucho de Pedro Mari Beaskoetxea, sobre todo por lo que fue la temporada 79-80, en 3ª. Con él, ascendimos a 2ª otra vez, perdiendo 3 partidos en toda la liga. Curiosamente, Pedro Mari Beaskoetxea era el típico entrenador raro para aquella época porque le gustaba un poco el estilo de ahora: tocar, tocar, tocar… le daba lo mismo que en defensa le hicieras un caño a uno. No le gustaba, sin embargo, que se jugase al pelotazo, te echaba la bronca si lo hacías… y, jugando así, perdimos 3 partidos en toda la liga. Pues bien, la gente, el aficionado nos pitaba todos los partidos porque no le gustaba ese estilo de juego. De hecho, a pesar del ascenso, fue cesado la campaña siguiente.

Evidentemente, dado que te he preguntado por los entrenadores, qué decir de la infinidad de jugadores con los que has compartido vestuario…

Si hablamos de jugadores, más que destacar a uno u otro, me gustaría resaltar que, en aquellos años, éramos un bloque. Entonces no variaban tanto las plantillas. Esa fue una de las grandes ventajas que tuvo el Barakaldo en su momento. Yo en los 7 años que he estado en el Barakaldo, la mayoría de ellos, por no decir todos, cambiaban 4 o 5 jugadores, por lo que hemos sido compañeros muchos años juntos, haciendo un grupo muy fuerte. Nos conocíamos perfectamente y las novedades que venían eran para mejorar el grupo consolidado.

Creo que esta puede ser una de las claves que explique que en los últimos 15 o 18, 20 años, el Barakaldo, para mí, sea un desconocido a ese respecto. No sé si es porque el fútbol está así, pero lo que no entiendo es como el Barakaldo puede cambiar 15 o 18 jugadores de la plantilla todos los años.Indudablemente si quieres hacer un bloque, no puedes estar trayendo todos los años a tanta gente nueva. De hecho, conozco pocos equipos, hoy en día, de un poco de nivel, que cambien tanto las plantillas como el Barakaldo, por lo tanto, algo se está haciendo diferente, no digo mal, aunque creo que no muy bien porque lo que se está demostrando es que desde el año que yo me marché, el Barakaldo no ha vuelto a ascender y estamos hablando ya de 36 años. Vale que se han jugado 10 u 11 promociones y entendiendo que es muy difícil subir y que hace falta una dosis de suerte, creo que el problema está en cómo se planifican las plantillas. No sé, nosotros jugamos tres años en 2ª y tres años en 3ª pero tanto en los ascensos como en los descensos, no cambiábamos 15 jugadores, ni por bajar ni por subir.

No es normal, en definitiva esta situación y considero que algo hay que cambiar para conseguir mantener un bloque. No puede venirnos un entrenador pidiendo 15 jugadores. Yo eso no me lo imagino, por ejemplo, en el Athletic.

Manolo Barakaldo CF trofeo a la regularidad 1978
Manolo recibiendo el trofeo a la regularidad. Baracaldo C.F. 1977/78

¿Y qué crees que es lo que habría que hacer o cambiar?

Bajo mi punto de vista, atar a la gente joven con proyección. Sé que esta apuesta tiene dos variantes: o te piden mucho dinero o te la tienes que jugar con ellos con un contrato un poco mayor en el tiempo. Sea como fuere, por algo, por un modelo de los dos hay que apostar. Además, lo que no se puede es esperar a junio para renovar a la gente. Hay que empezar a tantear en enero o febrero a la gente a la que quieres renovar y negociar para que se quede y firme entonces.

Insisto: hay que apostar por gente joven con posibilidades aunque se arriesgue un poco de dinero. Cinco, seis, siete chavales, firmo con ellos tres años y voy consolidando un bloque. Y la gente tiene que saber que venir a Barakaldo hoy, al menos a nivel de Euskadi, es un escaparate y también hay que jugar con eso. Como ya he dicho, he sido directivo, jugador, entrenador… entiendo que es difícil pero hay que hacer apuestas.

Volviendo a los jugadores, aún dejando claro que lo que más quieres subrayar es el valor de que erais un bloque, de quién te acuerdas más, quién te impresionó teniéndolo a tu lado…

Es difícil destacar a uno o a dos… nombres que me vienen a la cabeza pueden ser los de Larreina, Regúlez, Delgado, Collantes, Dueñas, Manolo Sarabia, por supuesto… muchos… todos los que formábamos el bloque y que, como he dicho al principio, era gente que jugaba muy bien al fútbol.

En este sentido, hay un partido que lo tengo grabado en la retina y que no es por lo que yo hice ni por lo que hizo el Barakaldo, sino por lo que hizo uno de mis compañeros. Jugábamos en Turón, Asturias, en plena zona minera, en 3ª. Si nuestro campo tenía barro, aquel era el copón. Nosotros jugábamos por el ascenso y ellos por salvarse. Aquel partido empezó a llover y había un barro increíble por lo que el partido se convirtió más en una gran disputa que en otra cosa. All descanso perdíamos 1-0. Lo que ellos no sabían es que nosotros teníamos al Toro Larreina. Él ganó el partido. Él solo. Nunca he visto a ningún jugador entregarse tanto como lo hacía aquel. Se pegaba con todo: luchaba, bregaba y, como te digo, él ganó el partido. Acabamos 1-2. No se me olvidará aquel partido de Larreina.

Por lo que vas contando, en aquellos años, la situación del Barakaldo era, a nivel de competición, como una montaña rusa: ascensos, descensos…

Efectivamente. Muchas veces suelo decir, aunque la gente no se lo tome muy en serio, que jugar en el Barakaldo es tan difícil como jugar en el Barça o en el Madrid o en alguno de esos. Es porque son equipos que siempre tienen que estar arriba, que siempre tienen que ganar. Cuando estábamos en 3ª, el objetivo era ascender, siempre. Y en 2ª era una lucha perenne por no bajar. Entonces, claro, los entrenadores apostaban por gente joven porque te juegas todo. Jugar en el Baraka no era jugar a quedar 7º o 10º, los objetivos en el Barakaldo nunca eran medianías.

Esto respondía, claro está, al nivel de exigencia que siempre ha mostrado el socio del Barakaldo CF.

Claro, pero por lo que te decía. La afición siempre ha sido exigente porque los objetivos del Barakaldo siempre han sido jugarse algo. Es inimaginable pensar en ver al Barakaldo iniciando la temporada para quedar en el puesto 10 o así… si esto pasase, entonces sí que no bajaría nadie a Lasesarre.

Vicente Calderon Barakaldo CF 1979-80
Vicente Calderon 1979/80 Aguirrebengoa, Carmelo, Bardasco, Melendez, Manolo, Irusta (de pie). Juan Carlos, Merayo, Sainz, Dueñas y Otaolea (agachados).

Volviendo a aquel carrusel clasificatorio que decíamos antes de ascensos, descensos… llegamos a la mítica temporada 1977-78 en la que se rozó el sueño de subir a Primera.

Empezamos la misma siendo unos recién ascendidos ya que la temporada 76-77 estábamos en 3ª. Y partimos con el objetivo de la permanencia. Teníamos un muy buen equipo pero, claro, comparado con equipos como el Celta o el Zaragoza pues imagínate… pero además tuvimos la gran suerte de que nos vino al equipo un monstruo del fútbol como era Manolo Sarabia. Era un jugador impresionante. Lo trajeron para formarse cedido del Athletic, junto a Bengoetxea. Entre los dos, ese año, hicieron 32 goles, 16 cada uno, no te digo más.

El caso es que a Sarabia le veíamos los más veteranos y decíamos, “éste se ahoga aquí”. Era flaco, alto, le llamábamos La Cigüeña. Pero era un fenómeno. Era el típico jugador que te podía poner de los nervios porque ibas fuera y el otro equipo te achuchaba y demás y veías al otro tan tranquilo, tocándose las…. pero luego, de vez en cuando, le dabas el balón, hacía así y se cascaba un golazo.

Pero bueno, aparte de Sarabia, como te decía, en ese equipo había gente muy buena: estaban los Delgado, Duñabeitia… gente muy buena, con mucha correa… y, como decíamos, al principio, el planteamiento es el de mantenerse, pero se da la inercia del fútbol y empiezas a ganar, empiezas a ganar y coges una dinámica ganadora y cuando te das cuentas estás ahí arriba, ahí metido… y cuando nos dimos cuenta, dijimos vamos a por ello y fuimos y estuvimos a punto de conseguirlo.

Imagino que por tu posición en el campo, no serías un jugador de hacer muchos goles. ¿Recuerdas alguno en especial?

Bueno, en mi época de juveniles, que jugaba más adelantado, ya me cascaba mis 30 goles por temporada… pero sí es cierto que con los mayores del Barakaldo no hice tantos.

¿Algún gol que recuerde? Sobre todo uno, contra el Castellón. Típica jugada que te encuentras con un balón en la defensa, empiezas a progresar con él, sigues progresando, te encuentras con uno, lo sorteas, te sale otro, lo salvas, ya no te fijas si hay compañeros, te plantas en el área contraria, driblas al portero y gol. Fue en Lasesarre. Pañuelos blancos.

Ya nos has contado mucho pero, ¿recuerdas alguna anécdota especial que quieras compartir?

Es que anécdotas… no sé… miles. Recuerdo ahora un año con Juanito Arriarán como míster, en tercera, temporada en la que quedamos segundos, subiendo el Pontevedra. El caso es que en el Barakaldo nunca nos habían llevado concentrados a ningún sitio y vino éste, Arriarán, y, joer, una semana que se nos llevó concentrados a Castro-Urdiales, al Hotel Las Rocas. Fue algo muy especial porque aunque ahora parezca lo más normal del mundo, por aquel entonces no lo era.

Ya por ir acabando, ¿guarda Manolo alguna relación en la actualidad con el mundo del fútbol?

Hasta hace nada he estado en la escuela de fútbol de Sestao como preparador físico. Con el Barakaldo CF sigo vinculado como socio, pero hasta ahí.

En ese sentido, como socio, ¿cómo ves la actualidad del Barakaldo?

Lo que veo es que el Barakaldo, en estos últimos años, ha apostado por el ascenso, a pesar de que, como ya he dicho antes, no hay una línea clara por mantener un bloque. Aún así, creo que se están haciendo buenos equipos. Tampoco se está teniendo suerte pero también esperaba un puntito más en el tema de juego porque el campo lo requiere. El año pasado, por ejemplo, se hicieron 80 puntos, una muy buena temporada, pero el equipo llegó fundido y tuvo la mala suerte de no quedar 1º. Si el equipo se hubiera metido en el playoff a una eliminatoria, igual se habría podido ascender, pero al quedar segundos yo creo que se le vino el mundo encima.

Sobre el resto que, desgraciadamente, ha rodeado al club en el año de su centenario, pues muy triste. Yo no sé qué es lo que habrá pasado pero sólo quiero dejar claro que por encima de los nombres de unos y de otros, lo que tiene que prevalecer es la institución, el respeto por una entidad centenaria.

Manolo Barakaldo CF Vicente Calderon
Carlos disputa el balón ante la mirada de Manolo detrás en la última temporada del Barakaldo en 2ªA. At. Madrileño-Baracaldo C.F. 1980/81

Una entrevista de LUCCE para HISTÓRICO BARAKALDO C.F.

SEBAS Y MANOLO

Pablo Sebastián Alonso, SEBAS (Polientes, Cantabria 02/03/1956) y Manuel López Martínez, MANOLO (Villa del Campo, Cáceres 23/12/1954).
Sebas fue un rápido y que jugó con el Baraka 6 temporadas (1975-81), 3 de ellas en Segunda división. Manolo, lateral derecho de gran recorrido, llegó un año antes completando 7 campañas en Lasesarre (1974-81).
Años épicos para el club fabril con ascensos, clasificaciones históricas y fútbol del bueno. El último gran Barakaldo C.F.
Ambos jugadores dejarían el club al término de la temp. 80/81 con un desgraciado descenso a la ahora muy conocida 2ªB.
Los dos bravos futbolistas se reengancharon en la categoría de plata. Sebas jugaría el año siguiente en la Almería A.D. y Manolo disputaría 3 temporadas más con el Burgos C.F.
En los últimos tiempos pudimos ver a Sebas siguiendo el fútbol en tertulias deportivas de T7 y a Manolo siempre íntimamente ligado a su querido Barakaldo C.F.
Barakaldo CF Sebas y Manolo
Tremendos jugadores de banda del Barakaldo Sebas y Manolo
Entrevista a Manolo aquí

CAMPEONES 1980

Bardasco, Carmelo, Meléndez, Manolo, Aguirrebengoa, Irusta. Sainz, Merayo, Dueñas, Juan Carlos y Mayayo. Esa temporada 79/80 fueron campeones de su grupo de 2ºB y ascendieron directamente a Segunda división.

1453562_520535661375767_240308860_n

PLANTILLA BARACALDO C.F. 1979-80

Plantilla de la temporada 1979/80, la del último gran ascenso a 2ªA. entrenados por Beascoechea con los Larreina, Sebas, Dueñas, Irusta, Bardasco, Mayayo, Carmelo, Juan Carlos, Abiega, Aguirrebengoa, Enrique, Del Olmo, García, Sainz, Gil, Melendez, Otaolea, Manolo… Campeones de grupo y ascenso directo junto al At. Madrileño.

993474_541495585946441_2034848032_n

LARREINA

José LARREINA Setién (7/1/1948) Lapuebla de Labarca (Araba).
Cuentan los que le vieron jugar que «Torito» Larreina era un delantero centro de los de toda la vida. Todo fuerza y pundonor. No excesivamente brillante técnicamente, incluso a nivel estético ya que era un jugador de fuerte complexión, pero peleaba como ninguno y además en todos sus años en el Baraka aportó un buen puñado de goles por temporada. En sus 5 años con el Baraka en 2ª A ( 72/73, 73/74, 74/75, 77/78 y 78/79) anotó 23 goles, siendo titular en 159 de los 170 partidos que disputó en la Segunda categoría nacional.
Barakaldo Larreina terrasa 78
Brutal Larreina frente al Terrasa 77/78
Garra, lucha y entrega al club definían a Josetxu Larreina. No en vano siempre solía ganar el trofeo a la furia que daba el Barakaldo C.F. y cuyos puntos aparecían en la cartilla que se entregaba en Lasesarre.
Inició su andadura como gualdinegro en la temporada 1971/72, en el que sería el primero de sus tres ascensos a la categoría de plata. Se mantuvo un total de 9 temporadas en el club fabril marcando una época para toda una generación de aficionados, la de la década de los 70.
Su segundo ascenso se obtuvo en la temp. 1976/77 formando parte en ese año y el siguiente de uno de los mejores Barakaldo C.F. que se recuerdan.
Su despedida no pudo ser mejor porque consiguió otro ascenso a 2ªA, el de la temp. 1979/80. El último hasta la fecha.

larreina zaragozaEl Torito salía del campo dejándolo todo

El hijo de José Larreina, Sergio Larreina Córdoba, también jugó en el Barakaldo CF, fue en la temporada 1999/2000, en Segunda B, donde jugó un total de 41 partidos y anotó 9 goles entre Liga, Playoff de ascenso y Copa.

CARMELO, UNA DÉCADA DE LEYENDA

barakaldo-cf-fc-barcelona-1981
El Baracaldo C.F. en el Camp Nou. 21 de Enero de 1981 Vuelta de 1/16 final copa del rey

Capitanear al Barakaldo C.F. en el Nou Camp no es poca cosa, es más, solo él lo hizo. A buen seguro esa eliminatoria frente al F.C. Barcelona es uno de los mejores recuerdos de Carmelo en el fútbol. Es una imagen icónica. Pero tiene que competir por fuerza con otros dos momentos mágicos: Fue protagonista de los 2 últimos ascensos del Baraka a Segunda División. No haber podido llegar a Primera División, ni de cachorro con el Athletic Club, ni en esa alucinante temporada del 78 en Lasesarre donde solo un suspiro y dos miserables puntos negaron al Baraka el ascenso a la gloria, puede ser su espinita clavada.

Carmelo Mardaras Cedrún (Durango 1-3-1951) llevaba el fútbol en la sangre desde niño, no en vano es sobrino de una leyenda del balompié como es Carmelo Cedrún histórico portero del Athletic Club y entrenador en dos etapas del Barakaldo C.F. Otro tío, Serafín Cedrún, fue portero también en el Baraka de los 60 y es primo de Andoni Cedrún que defendió el arco del Real Zaragoza de los 80. Nuestro Cedrún, en cambio, no iba para portero.

A un pasito del debut

Aunque con el tiempo fue retrasando su posición a la de libre empezó de 7 en el filial de su querido Athletic; le definían como un medio con llegada, de fuerte disparo, buen lanzador de faltas e infalible desde el punto de penalty. En el banquillo del club de ibaigane de finales /principios 70 se sentaba el inglés Ronnie Allen que hacía alternar al joven Carmelo los entrenamientos con el primer y segundo equipo. Llegó a jugar algún amistoso como aquel de la famosa anécdota en Ipurua. El campo de la S.D. Eibar estrenaba una flamante iluminación y lo celebraba con un amistoso entre Real Sociedad de fútbol y Athletic Club. Ronnie convocó a Carmelo. En un momento, penalty a favor y desde el banco se ordena tirarlo al joven cachorro. La pegó fuerte, fiel a su estilo, y el zapatazo que repelió en el larguero fue directo a golpear los flamantes focos armeros. “Carmelou, la iluminación de luces!!!” Le gritaba Allen desde la banda con su inefable acento inglés.

Hace bien poco Carmelo reconocía “Una pena, justo cuando el mister me iba a conceder la alternativa, lo cesaron. Ahí me marche al Barakaldo” El durangotarra estaba a un paso de debutar en partido oficial con la elástica rojiblanca cuando efectivamente cesaron a Ronnie Allen y todo cambia. Ahí empieza su historia con el club fabril, atravesaría toda la década de los 70 en el Barakaldo C.F.

El Baraka de Eusebio Ríos

El ascenso del 72 brindó al club de la margen izquierda la posibilidad de competir en la categoría de plata tras 6 años en Tercera. Curioso fue que lo ascendió su tío Carmelo Cedrún, pero aún no era el momento de coincidir en el Baraka, cosa que ocurriría años más tarde, puesto que Cedrún no obtuvo la confianza para dirigir al equipo en Segunda siendo relevado por Eusebio Ríos. Las primeras temporadas fueron exitosas para el club acabando en los puestos nobles de la clasificación. El elegante centrocampista, todavía con 20 añitos tendría que esperar un poco para asentarse en el 11 del equipo. Aunque bien está recordar ese 0-1 en el Sánchez Pizjúan frente al Sevilla C.F. el año de su debut y siendo titular. Compañeros de aquellos primeros 70 del Barakaldo de Eusebio Ríos serían los Bitoren Bibao, Dani, Escalza, Victor, Ibarrondo, Ramirez Escudero, Uriona, Carlos, Arechalde, Lalo……tres años increíbles para los gualdinegros hasta el descenso en el 75 en una desgraciada promoción de permanencia con el Ensidesa en la que Carmelo fue testigo directo jugando los últimos 45 min. en tierras asturianas.

Barakaldo CF Sevilla sanchez pizjuan 1972
Bitoren Bilbao, Carlos, Ramirez Escudero, Arechalde, Nando Tito, Dani, Escalza, Larreina, Ibarrondo y Carmelo (o-1 Escalza)

Dos ascensos y una temporada mágica

1975-77 Dos añitos en Tercera, la actual 2ªB que comenzaría en la 77/78, dieron paso a un Carmelo de 24 años muy asentado en el equipo con media de mas de 25 partidos de titular, lanzando faltas, goles… muchos de penalty. Ya era titular en la promoción de ascenso contra el Cádiz viviendo desde el césped la derrota en Carranza por 3 a 0 que no se pudo remontar en lasesarre. Una experiencia dolorosa que le haría ir creciendo como futbolista. No en vano acabaría la década y su periplo en el Baraka ejerciendo de capitán.

Pero antes pasaron muchas cosas como el campeonato y ascenso de 77, con el inolvidable y recientemente fallecido Fernández Mora de entrenador que continuaría al año siguiente para completar el casi ascenso a Primera del 78 con Bengoechea y Sarabia arriba destrozando defensas. Compañeros de aquellas gestas serían los Larreina, Dueñas, Juanjo Benito, Regulez, Collantes, Abiega….

Barakaldo CF Terrasa FC 1977_78
Terrasa F.C. – Baracaldo C.F. 20/11/77 (2-1) Aizpuru, Martín, Aguirrebengoa, Larreina, Abiega, Duñabeitia, Regulez, Carmelo, Bengoechea, Sarabia y Sainz

Otro desgraciado descenso (78/79, a pesar de los intentos de salvación con los refuerzos de invierno del argentino Cioffi y Faubel) e inaugurar la hoy muy conocida 2ªB con el último ascenso a Segunda del Barakaldo C.F. Campeones 1980! con Beascoechea de entrenador en quien no se puso la suficiente confianza para la siguiente campaña en Segunda y Carmelo Cedrún tomó el relevo. Fue de auténtico vértigo ese final de década.

Así, se encontrarían tío y sobrino, Carmelo y Carmelo, por fin en el Baraka. Lástima que la temporada no se dio. “Venía pidiendo un goleador a gritos” clamaba el mister “El que viene marcando goles es mi sobrino Carmelo, que es líbero” aseguraba irónico. Y es que efectivamente fue el segundo goleador de la campaña con 7 tantos detrás de Sainz con 12. Bueno, tanto tensó la cuerda que los malos resultados trajeron un cese y un descenso después. Todavía no hemos vuelto. Los artífices junto a nuestro protagonista del último gran logro gualdinegro fueron los Meléndez, Sainz, Liceranzu, Basdasco, Irusta, Larreina que seguía en el equpo, Sebas y Manolo que ya llevaban un tiempo, Merayo, Otaolea, Mayayo…

Y ahí le tenemos, enero del 81 , en el Camp Nou dando la mano a Joaquín Albadalejo (FCB) en la vuelta de unos dieciseisavos de final de copa, donde se compitió a nivel 1-1, si bien se iba con la eliminatoria cuasidecidida por el 0-2 de la ida. Es una foto para la historia y un fantástico colofón a la carrera de Carmelo en Lasesarre y en ese Barakaldo C.F. de leyenda.

De Barakaldo a Burgos

Carmelo Mardaras Barakaldo CFReside en Burgos desde hace años. Se encuentra cómodo en la ciudad, “la ciudad es limpia, el clima me gusta y estoy cerquita de casa” confesaba. Ahí recaló en el 81, tras abandonar un Baraka en crisis, permaneciendo 4 temporadas en el Burgos C.F. la primera en 2ªA y las tres siguientes en 2ªB. luego regentó un local de hostelería y trabajó en una agencia de seguros hasta su jubilación.

Carlos Terrazas le propuso en el año 2000 ser delegado del Burgos, ”soy una especie de relaciones públicas que me ayuda a estar vinculado al mundo del fútbol y tampoco tengo demasiada responsabilidad” comentaba, y ahí estuvo unos años.

Ésta , en fin, es la dilatada historia de un gran futbolista que vivió en primera mano la llamada segunda época dorada del Barakaldo C.F. una década que los que tuvieron la suerte de disfrutarla se la narran a otros con suerte de escucharla.

Un artículo de TAFFY para HISTÓRICO BARAKALDO C.F.